Licenciada Indhira Peña para usted!!

Ayer por fin me recibí de economista y estoy FELIZ! Cuatro años de luchas, esfuerzos y noches sin dormir se han visto culminadas por la entrega de ese tan esperado titulo. Y saben qué? Estoy realmente orgullosa de mí. Se preguntaran ustedes cual es el motivo de tanto orgullo y es que terminar una carrera universitaria en el tiempo justo y con honores, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, es todo un reto que sólo el que ha estudiado en esta universidad sabe lo que significa.

Fue difícil llegar a esta meta, eso no lo voy a negar, trabajar mientras se estudia una carrera no es precisamente un lecho de rosas para nadie, eso sin contar que a veces a pesar de los esfuerzos, éstos no son recompensados por los profesores. Una vez asistí a la universidad, durante casi un semestre, con un yeso en mi pierna izquierda y luego cojeando alrededor de 2 meses, tardaba 45 minutos en llegar de una facultad a otra, espacios que antes recorría en 10 minutos.

Ese titulo representa los cambios mas relevantes en mi vida, no sólo en el aspecto académico sino en el aspecto personal, definitivamente graduarse en la universidad significa graduarse de la vida. Es esos cuatro años aprendí no sólo sobre macroeconomía, econometría, economía internacional sino también sobre la sociedad, sobre ese microcosmos que se encuentra ahí dentro de las aulas, compuesto por profesores, estudiantes, personal administrativo.

Sin embargo lo más importante que me brindó la UASD no fueron los conocimientos sino la oportunidad de conocer a personas maravillosas, que forman parte de mi vida y que desmienten el hecho de que en la universidad no se hacen amigos de verdad. Gracias a ellos he reído, gracias a ellos que me dieron la confianza, la fé y las fuerzas que necesitaba cuando pensaba que ya no podía más.

En aquellos años, me enamoré. Aprendí a amar intensamente, entre prácticas, exámenes, libros. Aprendí que el amor duele, que el príncipe no era ni azul ni príncipe, que algunos no tienen alma. Aprendí a ser fuerte, aprendí que el karma existe, aprendí que perdonar no es fácil a veces, aprendí que las personas que mas nos hieren son las que mas nos enseñan, aprendí que nunca debemos dejar de intentar.

Todos éstos aspectos han formado mi carácter. Me he conquistado a mi misma. Este final esta permeado de nostalgias, alegrías, tristezas, triunfos y muchos…pensaba decir sueños pero no…está repleto de metas, metas a corto, mediano y largo plazo que con la gracia de Dios voy a lograr. Me tengo a mi misma, tengo mi fé y éstas ganas inmensas de sacar a mi familia adelante y lo voy a lograr. Lamentablemente no les daré el gusto a algunos de verme derrotada porque en mi diccionario no existe el fracaso, sólo el triunfo.

No suelo hablar de mí pero hoy me digo a mi misma: Eres maravillosa, estoy orgullosa de ti, no te dejes caer que ahora es que falta camino, ya has caído muchas veces y te has levantado y así debes continuar, luchando contra la adversidad, soñando sin perder las esperanzas ni la perseverancia y sobre todo la confianza en ti misma. Sólo tú eres dueña de tu destino.